Con
amor o más bien gracias a él, podemos disfrutar de las
recetas de Elena.
Antonio conoció a Elena a través de internet. Tras un
noviazgo cuanto menos tormentoso, en cuanto a los trámites burocráticos
se refiere y dificultoso, debido a las distancias, se casaron, comieron
ternasco y borsch y bebieron vodka y cariñena.
Ni la burrocracia, sí, sí, no es un error tipográfico,
ni las distancias pueden con la fuerza del amor.
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