Hola, ignot@s gent@s :
Escribóos hoy para recordaros la enorme suerte que tenemos al
poseer un idioma tan rico y tan biensonante.
En las lenguas de origen mediterráneo, el olivo tiene dos
raíces :
la raíz "Elaia", helénica y la raíz "Zait", hebrea.
De ellas derivan, respectivamente, los vocablos "Olea" (latín)
y "Zaitun" (árabe).
En mi (nuestro) precioso castellano se usan las dos :
"Oleo"
(bien que para utilizaciones específicas del fruto de la aceituna :
"los Santos Oleos", "pintura al óleo", "oleaginoso", "oleico", etc.) y
también "Aceite" (fijáos bien en lo bonita que es esa palabra, lo que
conseguiréis repitiéndola varias veces, despacito).
Ni en francés (huile) , ni en italiano (olio), ni en alemán
(öl), ni en inglés (oil), ni, que yo sepa, en ninguna otra lengua
mediterránea se conservan -y usan- ambas acepciones.
Aceite (Az-zait en árabe) significa literalmente "zumo de la
aceituna".
Si queréis, os puedo dar las referencias en que en los textos
sagrados (Deuteronomio, Génesis, Jueces, Exodo, Levítico, Reyes, etc.)
se cita con emoción y con veneración al aceite (de oliva, claro).
Si queréis,asimismo, os puedo contar el mito de la fundación
de Atenas, en el que se narra la disputa entre Poseidón y Palas Atenea
por dar nombre a la ciudad fundada por Cecrops en el Atica, que ganó
ésta última por dar a la ciudad un olivo, frente al brioso caballo
-bélico y trabajador- que ofreció el primero de los dioses citados.
No deseo polemizar, empero, con argumentos basados en la
Prehistoria (o, cuando menos, en la Historia Antigua). Lo haré
basándome en las afirmaciones de Michel Montignac ("200 recetas
mediterráneas- Madrid, 1997- Muchnik Editores, S.A.") que me parecen
igualmente sensatas pero -quizá- más "contemporáneas" y, por ello
mismo, más "creíbles".
Dice el Maestro (en el Capítulo "Las Materias grasas y sus
sustitutos"):
"La primera de estas elecciones consiste en desterrar para
siempre la mantequilla de toda cocción" ...
"... Por ello la grasa que recomiendo para todas las cocciones
más allá de 100 º es la grasa de oca (o de pato) (N.del T. : tengamos
en cuenta que Montignac habla para franceses) . La grasa de oca tiene
tres ventajas : En primer lugar, es una grasa principalmente
monoinsaturada. es, en realidad, ácido oleico, es decir, TIENE LA
MISMA ESTRUCTURA QUIMICA QUE EL ACEITE DE OLIVA, CUYAS VIRTUDES PARA
LA SALUD YA NO HAY QUE DEMOSTRAR..."
Lo dice el Maestro, no yo.
Cuando se refiere al aceite de oliva dice : "Siempre virgen y
procedente de una primera presión en frío : el Rey de los aceites"
Lo de la "realeza" es expresión de Montignac (presumiblemente
republicano).
Pero bueno : os hago gracia de la reiteración, incluso
erudita, en pro del aceite de oliva, y me limito -en aras de su
difusión- a pasaros una recetilla suya (de bondad verificada por un
servidor) :
CHAMPIÑONES AL PEREJIL
INGREDIENTES (para 4 personas)
- 800 grs. de champiñones bastante grandes
- 6 dientes de ajo cortados finos
- 2 cucharadas de perejil picado
- Aceite de oliva
- Sal, pimienta
ELABORACION
- Cortar el extremo terroso de los champiñones. Limpiarlos con
un pequeño cepillo de cocina para extraerles la tierra adherida.
Cortarlos luego en láminas en sentido vertical.
- Poner 3 cucharadas de aceite de oliva en una sartén y calentar
a fuego muy suave. Rehogar en él los champiñones. Remover bien con una
cuchara de madera durante la cocción.
- Cuando los champiñones han soltado el máximo de agua, tirar
completamente el jugo de la cocción y añadir 3 nuevas cucharadas de
aceite de oliva. Salpimentar. Poner de nuevo a fuego suave, removiendo
durante un minuto.
- Juntar los champiñones en un rincón de la sartén. Inclinar la
sartén hacia el lado libre, dejándola sobre el fuego de manera que se
recupere el máximo de aceite.. Rehogar en él los ajos mezclados con el
perejil. Luego mezclarlo bien con los champiñones.
- Reservar al calor o servir.
Sos quiero, ignot@s gent@s (y por ello quiero que améis
-conmigo y con Montignac, entre otros- el aceite de oliva, y no otras
guarrerías más o menos exóticas)
GUILLERMO
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