Preparación
Algunos os dirán que si conejo de
monte... que si pato... que si caracoles de montaña... que si
leña de naranjo... que si el romero... Mandangas. Lo primero
que hay que hacer es aprender a hacer paellas pillándole el truco
al tema del agua -el caldo- la cocción del arroz y el tema del
aceite y la sal, ya que como dicen en Valencia "El que cuine salat
cuine per al gat i el que cuine sós, cuine per a tots".
Despues de unas cuantas hechas (y unas cuantas malezas), podemos atrevernos
a hacerlas de leña (toda una aventura) y empezar a experimentar.
No hay que olvidar que la paella es un guiso humilde, de labradores,
que se hacía con lo que daba la tierra.
Tenemos pues, 250-300gr de judías verdes, una alcachofita, 150gr.
de judías de garrofón, un cuarto de pimiento rojo (si
es de esos grandes) y un pimientito verde -esto es opcional-, de esos
italianos pequeñitos; cuatro ó cinco tomates de pera maduros
para rallar ó medio botecito de tomate natural triturado, medio
pollo troceado (sin patas ni cabeza ¿eh?), unos doscientos gramos
de costilla de cerdo frescas (sin adobar ni nada de eso) y si se quiere,
algún trocito de conejo o algún higadillo del mismo conejo
ó pollo. Un par de ajitos, un poco de pimiento "colorao",
¿600? grs. de arroz, aceite y sal y azafrán o colorante
alimentario.
Suponemos que la carne nos la han preparado bien en el mercado, pero
de todas formas le damos un repasito (trozos bien pequeños),
salamos bien y reservamos. La verdura se lava bien, se cortan las judías
en pedacitos de unos 4cm. y en cuadraditos los pimientos (los puristas
seguro que ponen el grito en el cielo). La alcachofita se pela bien
dejando la parte comestible y se eliminan los pelitos del centro, frotando
todos los trocitos (unos ocho o diez) con medio limón para que
no se oxide y ennegrezca. De momento olvidaros de hacerla de leña,
e ir probando en casa hasta que le pilléis el punto al tema del
caldo y el fuego (Es conveniente usar una paella de mayor capacidad
para que salgan mas finas. Si usais vitro, existen unas paelleras muy
interesantes con fondo difusor y superficie antiadherente... aunque
de pequeño tamaño, unos cuatro ó cinco comensales,
y sin remaches para tomar referencias).
Pues eso, paella bien niveladita, un chorrito de aceite pero no mucho,
que la capa quede a tres ó cuatro dedos del extremo de la paella
(pensar que al sofreír la carne, ésta siempre suelta algo
de grasa) y echar el par de ajitos sin pelar, con una pizca de sal.
Siempre tiene que haber un fuego constante, medio-bajo, para que la
carne se haga bien y no quede cruda por dentro. El peor enemigo de una
paella son las prisas. Cuando la carne esté bien hecha podemos
-si queremos- retirar los ajitos y echar la verdura. Primero las alcachofitas,
en el centro, apartando la carne, unos par de minutos. Después
las judías verdes tres ó cuatro minutos más y después
pimientitos y garrofones un par de minutillos. Empezar a remover todo
junto a la carne que ya estará muy tostada. Ahora echamos una
cucharadita rasa de café de pimiento "colorao" y, enseguida,
el tomate para que no amargue. Removemos bien -pues el tomate nos despegará
todo el sofrito- hasta el momento que éste empiece a dorar. Ahora
viene el momento clave del invento de la paella. Hay que tener el arroz
y el agua medidos previamente. Si por ejemplo, dos puñados grandes
de arroz por barba (unos 600gr) nos ocupan dos vasos de agua... tenemos
que echar cuatro vasos. Esa es la medida. Ni más ni menos. Pero
para darle sustancia, cuando se los echamos al sofrito, cogemos una
referencia (que suele estar por los remaches) y le añadimos tres
o cuatro vasos más. Lo dejamos hervir a fuego medio 30 ó
40 min. hasta que se reduzca a la medida correcta (la referencia antes
tomada). Es entonces, teniendo ya un caldo con fundamento, cuando metemos
el sobre de Paellero Carmencita, que es mano de Santo. Ya tendremos
tiempo de usar azafrán auténtico y otras filigranas, ya.
Probamos (intuimos el genuino sabor de la paella valenciana), rectificamos
de sal y le echamos el arroz. Podemos incluso, echarlo haciendo una
cruz, en plan "pofeshional", para quedarnos con el público.
Dejar hervir sin remover (solo moviendo el paellero) a fuego medio-bajo.
La cocción debe durar unos 15-20 minutos y 3-5 minutos más
fuera del fuego, en reposo. En este momento conviene tapar con un par
de hojas de periódico para que se acabe de hacer ese arrocito
de por arriba que siempre queda entero, el "condenao".
¡ CHÉ, TÚ ! ¡ ESTE DOMINGO A COMER PAELLA...
Y A TRIUNFAR!
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