Preparación
- Habréis elegido las perdices HEMBRAS . (Todo lo femenino
es, en esta vida, superior a lo masculino, creedme). Salvo que seáis
zoófilos o sexadores profesionales, las distinguiréis
por cuanto carecen (hablo de la especie "alectoris rufa"
o patirroja española) de espolones en el tercio inferior de
sus patas. Son más chicas, además, y de cabeza -sobre
todo, pero ¿para qué sirve?- menos grande. Las hembras
de perdiz son incomparablemente más tiernas que los machos.
Las habréis desplumado, eviscerado y tenido al fresco cosa
de tres (o 4 o 5, que no importa) días.
- Salpimentad los cadáveres perdigueros por el exterior y por
elinterior. Introducid en sus adentros el romero, el tomillo, el orégano,
dos dientes de ajo enteros en cada "fiambre" y los granos
de pimienta.
- Untad su exterior con la manteca y envolvedlas con las lonchas de
panceta, las cuales sujetaréis con palillos para que no se
desprendan.
- En una fuentecita de pyrex -cuyo fondo habréis untado someramente,
asimismo, de manteca- depositad las avecillas, bien recubiertas del
zumo de las naranjas.
- En el horno, que previamente habréis hecho calentar hasta
la temperatura de 200 grados C, meted la fuente y asad las sobrecitadas
avecillas hasta verificar que están doraditas en toda su superficie.
(¿45 minutos? - Pero ESTADME AL LORO)
- Habréis preparado, en el ínterin, una ensalada de
escarola con granos de granada (y el aliño de rigor, claro
es), la cual sacaréis a la mesa al mismo tiempo que las perdices.
Receta de Guillermo |