- 1/2 kg. de pechugas de pavo en filetes no muy finos
- 8 piezas entre langostinos, cigalas, gambones... lo que haya
- 1 cebolleta tierna, o media cebolla no muy grande
- 2 tomates pelados, pueden ser de lata al natural, pero mejor no
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- 1 hoja de laurel
- 1 copa de cava seco o brut. Nada de guarrerías dulces o semis
- aceite, sal y pimienta
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Preparación
- En una cazuela, mejor de barro, calentar un dedo de aceite y saltear el marisco hasta que tome color. Color de
estar hecho, se entiende.
- Reservar y, en el mismo aceite a fuego vivo, dorar bien rápido los filetes de pavo
previamente salpimentados al gusto. Al gusto del que los cocina, no vale que vengan los comensales con
exigencias, encima. Reservar junto con el marisco.
- En el mismo aceite, que empezará a estar algo guarro pero bien
sabroso, sofreír la cebolleta cortada fina hasta que esté tierna, añadir el tomate, dar unas vueltas y dejar hacer a
fuego lento quince minutillos.
- Añadir el cava y la hoja de laurel entera, y dejar cocer cinco o diez minutos más,
hasta que la salsa esté ligada.
- Devolver a la cazuela el marisco y las pechugas, dejar hacer unos cinco minutos (el
pavo tiene que hacerse, pero no secarse, por dios). Y a la mesa.
Receta Cristina Maciá
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