HISTORIA
La Denominación
de Origen Jamón de Teruel empezó a funcionar como tal tras
la aprobación de su reglamento en octubre de 1984 por la
Consejería de
Agricultura del Gobierno de Aragón y su ratificación
posterior por el
Ministerio de Agricultura, en 1985.
Esta Denominación fue la primera que se creó en España
para amparar,
controlar y garantizar la producción de jamones. Esta condición
pionera no
sorprende si se tiene en cuenta la tradición existente en
la provincia en el
consumo de productos derivados del cerdo y, más concretamente,
en la
elaboración de jamón serrano.
En el nacimiento de la Denominación concurrieron todos los
sectores
vinculados a esta actividad productiva, desde secaderos a ganaderos
de porcino,
así como la Administración pública. Los objetivos
perseguidos a la hora de
impulsar la Denominación de Origen Jamón de Teruel
eran contribuir al
desarrollo de la provincia y en concreto al del sector porcino;
lograr que los
cerdos sacrificados para la Denominación fueran criados en
Teruel; explotar al
máximo las ventajas climáticas de la provincia para
curar jamones y productos
de charcutería; y utilizar la coyuntura ya existente para
desarrollar una
industria próspera que aprovechara estos conocimientos y
los aplicara en la
elaboración de jamón a gran escala, siempre sin perder
de vista la tradición
artesana conjugada con métodos modernos de control y elaboración.
La
unificación de criterios entre los productores, y la garantía
del origen del
jamón y de su alta calidad con el distintivo de Jamón
de Teruel son otros de los
objetivos que se perseguían a la hora de impulsar la Denominación,
junto con
la voluntad
de mejorar la comercialización e introducir el producto en canales
de distribución de toda España, especialmente en Levante,
Aragón y Cataluña.
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