El hecho de abrir la nevera y coger directamente algo de comida
para "la fiera" que
tenemos en casa es, a los seis meses, forzadamente asociado a "potito"
o biberón
guardado... yogourt como mucho. Sin embargo tal recurso es solo obligatorio
en
frigoríficos muy desangelados de materia. Si miramos bien comprobamos
que hay cientos de
cosas en él que nuestra pesadilla puede comerse sin más
preparación que una adecuada
presentación.
Tomar dos lonchas de jamón cocido "de York",
enrollarla sobre sí misma y micronizarla a
tijeretazos es cuestión de segundos. El tiempo en que la
criatura lo despache pudiera ser
hasta menos. ¿Optimista? Según. El jamón cocido
jamón-jamón (y no "paleta", "fiambre"
o
sucedáneos de similar aspecto pero más grasos, artificialmente
harinados y de inferior
poder saborífero), la variedad menos salada posible, llevado
a óptima temperatura ambiente
y deshecho a tiritas seguro que le gustará... pero el sabor
salino y textura turgente
pueden sorprender demasiado a un benjamín que solo ha catado
suaves leches y papillas. Es
comprensible. No está de más iniciarle el paladar
de forma más imaginativa... picarlo
hasta atomizar (en picadora o batidora incluso) y homogeneizarlo
en un puré de patatas con
leche obtendrá ese efecto y el colateral -nada desechable-
de dar más sabor al puré (tanto
que muchos adultos decidirán -sabiamente- adicionar el truco
a su propia dieta). También
mezclado con huevo duro rallado donde además su jugosidad
creará una simbiosis ejemplar.
Más adelante podrá ir en tortilla, pero para entonces
es probable que ya esté incluido
entre sus meriendas preferidas.
Hasta no hace mucho esta era una opción, más que
aceptable pero "limitada" en
variedad. Hoy tenemos fiambres jamonizados de pollo, pavo, pato,...
sabores nuevos y
ligeros de grasa (no nos obsesionemos con eso en cualquier caso).
Según pase del año le podremos ir incorporando nuevas
sensaciones del cerdo... No
ocultaré mi orgullo paternogastronómico cuando mi
hija a sus 16 meses montó una memorable
perreta al notar que le había sustituido *SU* loncha de ibérico
de Guijuelo por otra de un
impersonal "Navidul"... en cualquier caso he procurado
que no se acostumbre demasiado a
semejante lujo...
La butifarra tierna y poco especiada puede ser su inicio (14-15
meses) en la
salchichonería patria. El hijo diecisietemesino de una amiga
la emprendía hace días con la
tierna morcilla rondeña. Cuidado con el picante, pero tampoco
les privemos de todo
alimento que les llame la atención, vigilando solo que el
espontáneo ataque se produce con
la moderación debida a su tubo digestivo, al igual que sabemos
controlar nuestros propios
excesos en ese plano (porque sabemos hacerlo ¿verdad?).
Pero hay más cosas en ese frigorífico salvador.
Los quesos, DESDE LOS OCHO MESES,
sobre todos nuestros envidiables ovejas tiernos, los excelentes
vacunos holandeses, o los
cremosos blancos franceses... son un manjar para ellos. Cortados
a dados... o en formas:
circulos, cuadrados, estrellas, ... son un alimenticio, educativo
y sabroso juego. Tener
algo de queso en casa puede solucionar muchas veces el lastimoso
"no ha cenado nada...".
Los "quesitos" y los untuosos estilo "philadelfia"
no aportan frente los anteriores
mejores cualidades nutricionales ni económicas, y sí
bastante más injerencia química,
inferioridad organoléptica y la obviedad de que después
les tendreis que lavar manos,
boca,... pelo... ropa... elegid lo que os plazca...
Los lácteos instantáneos de nuestra nevera incluyen
también la mantequilla, poca, es
muy grasa, pero un elegante modo de hacer más apetitoso el
puré (alternativa al oliva),
olorosa y sabrosa la insulsa pasta, tragable la seca loncha de pan
de molde o más
alimenticia la ansiada galleta.
¿Se puede usar margarina? A mi me da igual, sois vosotros
-padres responsables- los
que decidís si merece la pena intentar estafar el inocente
paladar de vuestro vástago...
¿y si le dais burro en vez de ternera...? al fin y al cabo
tampoco va a notar la
diferencia...
También la nata puede usarse para un engrase alimentario,
o para realizar una suave
crema (calentad 100 cc en sartén y -solo templada- mezclad
bien con dos (o tres)
cucharadas de harina de papilla de cereales, a cucharadas le encantará
y tendrá las
calorías de un biberón de 250 con papilla), pero...
¡qué demonios! montada con azúcar es
como está realmente buena... ¿porqué no? si
hoy se ha portado bien...
Próximamente:
V- Frutas, Zumos y Postres.
Un Amigo
Miguel A. Román
N.del A.- Aunque la información vertida está contrastada
con bibliografía especializada,
nada, nunca, sustituirá la opinión del pediatra que
conoce cada caso particular.
Publicado en el
newsgroup es.charla.gastronomia